Primer asalto
Hace dos semanas, llegó a nuestras salas de proyección: Manuale d’amore 3: Las edades del Amor”. Esta cinta, cuenta con un peculiar narrador como hilo conductor, un apuesto cupido, que nos muestra el recorrido y la esencia del amor en tres etapas distintas de la vida, cada una correspondiendo a una historia diferente.
La juventud nos cuenta la historia de Roberto (Riccardo Scamarcio). Un joven ambicioso que desea ser un gran abogado y casarse con Sara: la mujer de su vida. Pero el viaje que supuestamente iba a ser su oportunidad para dar el gran salto como abogado, se convertirá en una gran prueba de amor, ya que la provocativa y misteriosa Micol (Laura Chiatti) se colará en su vida, haciendo elegir a Roberto entre la vida que quiere o la que cree querer.
Quizá estos dos actores te sean familiares, puesto que fueron los encargados de encarnar a la pareja más romántica de la novela “Tengo ganas de ti” de Federico Moccia, en la adaptación cinematográfica italiana, aunque para la española, todavía tendremos que esperar un poco.
La segunda historia nos transporta hasta la madurez, donde Fabio (Carlo Verdone), un famoso presentador de televisión, desconocedor de la palabra infiel, cae en redes de Eliana (Donatella Finocchiarc) pero lo que al principio parecía una simple aventura complicará la vida al inocente de Fabio, que verá en peligro a su familia, a su empleo, e incluso a su pelo.
Finalmente, la cinta nos presenta la visión del amor más allá de la madurez, donde Adrián (Robert de Niro) es un profesor estadounidense de historia del arte, que vive en Roma tras divorciarse de su mujer. Un hombre solitario y reservado, pero que mantiene una gran amistad con Augusto (Michele Placido), el portero del edificio en el que vive, con el que comparte su día a día y sus temores, como el de que su corazón le falle, ya que siete años atrás sufrió una complicada intervención para transportarle dicho órgano.
Pero su corazón querrá volver a sentir y a amar cuando conoce a la hija de Augusto, Viola (Monica Bellucci), recién llegada de París, quién le enseñará el verdadero significado del amor y de la vida, aunque ya sea una persona avanzada en la madurez.
Segundo asalto
Esta lucha entre titanes nos lleva a la segunda cinta italiana, “Gianni y sus mujeres”, relata la vida de Gianni, un hombre recién jubilado, obsesionado con sus tareas de casa, y con demasiadas preocupaciones para perder el tiempo en historias de amor.
Esta historia nos traslada a Roma, donde vive en el hogar familiar con su mujer y su hija, las dos mujeres de su vida.
Gracias a su tiempo libre, Gianni ocupa su vida paseando a su perro y al de su atractiva vecina, haciendo la compra, yendo a la tintorería y pagando facturas, siempre bajo la tutela de su exigente mujer, mientras su hija y su novio; un joven en paro que se ha instalado en la casa como un ocupa, altera la tranquilidad familiar.
Sin embargo, la madre de nuestro protagonista, Valeria, una anciana burguesa con aires aristocráticos, centrada en la gloria de tiempos pasados vive en una preciosa casa ajardinada con multitud de comodidades y con la compañía de una joven. Valeria explotará a su hijo y sus pocos recursos en toda clase de reparaciones, caprichos, timbas de póquer, y sin ningún reparo por hacerle cruzar mar y tierra con tal de que su televisor pueda emitir correctamente su programa favorito.
Gianni tendrá como refugio a su mejor amigo Alfonso, el cual le cuenta los entresijos de su vida y de su relación, como su nueva aventura amorosa. Desde ese momento Gianni se dará cuenta de la doble vida que tienen la mayoría de los hombres de su edad, que aun estando casados y con hijos, no dudan en tener nuevos idilios amorosos con mujeres mucho más jóvenes que ellos, incluso el hombre más insospechado como Maurizio, o más bien dicho, el hombre pegado a un chándal, tiene una amante mucho más joven. Así que Alfonso decide meter a su amigo en una vida paralela, basada en disfrutar con las mujeres, pero pese a todo, Gianni ha perdido su chispa para el amor, por lo que le costará adentrarse en los romances que le deparan.
Poco a poco vemos que tanto la literatura, como el cine italiano se van introduciendo más en nuestra vida cotidiana, intentando eliminar la etiqueta del típico cine italiano dedicado a la camorra y a la mafia, así como el español pretende desprenderse poco a poco de los tópicos gamberros, del humor absurdo y de la mala fama que arrastran sus producciones cinematográficas.
Tercer asalto
Por tanto, finalmente, llegamos a la nueva comedia romántica española, estrenada el pasado viernes, es un film que pretende mostrarnos la realidad de la pareja actual, pasándola por un filtro de inteligencia e ironía, transformándola en un referente americano, pero sin perder la esencia del cine español, aunque los actores con los que cuenta la cinta están algo alejados de los típicos clichés españoles.
Nos cuenta la historia de Merce (Adriana Ugarte), una chica para nada simple, con gusto por dar mil vueltas a las cosas. Hace algún tiempo que está soltera, prácticamente un año, y no tiene intención de acabar con esa situación, ya que sus malas experiencias anteriores le han enseñado a ser precavida en asuntos del amor.
Trabaja como masajista, y tiene un don, o una maldición, según como se mire, ya que al poner la mano sobre ciertos puntos del cuerpo de sus clientes, se derrumban emocionalmente ante ella.
Loreto (Guadalupe Lancho), la hermana de Merce, es una chica mucho menos complicada y enrevesada. Ella es feliz viviendo unida a la falsa idea de triunfo, ya que fue cantante de un gran éxito, pero sólo de uno y de una forma muy fugaz, por lo que vive obsesionada en volver a sus días de gloria y hacerse un hueco en el panorama televisivo de hoy en día.
Un día las dos hermanas acuden a una vidente, ésta informa a Merce que el hombre de su vida está a punto de aparecer, y que sólo depende de ella que la historia pueda funcionar o no. A Loreto, por otra parte le da la gran noticia de que la televisión volverá a llamar a su puerta. Así que tras la visita las dos hermanas tienen un nuevo aire y unas nuevas ganas por su vida, pero se quedan encerradas en el ascensor de unos grandes almacenes, donde acude un grupo de bomberos para rescatarlas.
Tres de esos bomberos quedan encandilados por Merce, y los tres, achacando dolor de espalda, deciden acudir a la consulta de Merce para disfrutar de uno de sus masajes.
Merce, se siente confusa y con su gran habilidad para dar vueltas a las cosas se pregunta si uno de esos tres hombres será el de su vida, con el gran inconveniente de que en un principio, se siente atraída por los tres.
Con ese dilema en mente, decide quedar con los tres bomberos, en tres citas distintas.
Salva (Ruben Sanz) y Toño (Alex Baraona), resultan ser dos engreídos que sólo hablan de sí mismos, y cuyo ego podría llenar un estadio de futbol, pero Raúl (Hugo Silva), es distinto y tiene algo especial.
Pero el problema llegará cuando se descubre que en realidad todo era una apuesta entre los tres bomberos para descubrir quién se llevaba antes a Merce a la cama, y aunque Raúl verdaderamente siente algo por ella, la juzgará mal y decidirá no verla ni hablarla más al descubrir que se ha acostado con sus dos compañeros.
Mientras que Merce y Raúl se encuentran en el dilema más complicado de su vida, Loreto recibirá su esperada llamada de la televisión, pero resulta ser de un canal poco popular, totalmente desconocido más bien, para presentar un concurso de llamadas telefónicas sin ningún tipo de fama. Pero ella se aferra a la oferta y decide aceptar y hacerse notar para que se vuelva a hablar de ella y retomar su popularidad.
Merte y Raúl, tendrán que decidir el rumbo de su historia de amor, las diferencias entre las expectativas y lo que se pretende conseguir en una relación, el precio del compromiso y del valor de las relaciones, los problemas por los que se rompen tantas. Juntos descubrirán la razón por la que se juzga más a la pareja que a los amigos, qué es lo que anhelan, que es el amor, y como lo contrario al amor, también lo es.
Si (
No(
