Hemos probado: correctores de Maybelline

Se convierten en nuestro aliado para ocultar las cicatrices de una noche de fiesta, esos pequeños granitos tan inoportunos o las dichosas ojeras que aparecen tras pasar una mala noche: son los correctores. También conocidos como iluminadores o  antiojeras, no han salvado muchas veces de tener que llevar gafas de sol. Aunque elegir el tono de maquillaje adecuado a nuestra piel y la marca oportuna puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza, hasta el punto de que encontrar el corrector perfecto se convierta en un juego de azar.

En la mayoría de ocasiones, si no encontramos el corrector adecuado a nuestro tono de piel es por lo mal asesoradas que estamos. Cuando entramos a una tienda y pedimos un corrector adecuado a nuestra piel, lo primero que hacen las dependientas es poner una muestra de maquillaje en nuestra mano para ver si es del mismo tono: ¡uno de los mayores errores del mundo de la cosmética!. Y es que ya son muchos los estilistas que afirman que no tenemos el mismo tono de piel en las manos que en el rostro. Otro de los grandes errores que cometen las dependientas es recomendar a las chicas con la piel muy clara cualquier corrector de cualquier marca con el tono más claro. Si las marcas son distintas, no hay que ser muy astuto para predecir que los tonos más claros de cada marca también cambiarán.

En la práctica, muchas veces no podemos saber cuál es la dependienta que nos asesorará mejor o la marca que se adaptará mejor a nuestra piel. Por eso, en la mayoría de ocasiones vamos probando productos hasta que damos con el acertado. Es lo que me sucedió con los tres correctores de Maybelline de los que quiero hablaros hoy. En mi caso, la marca la tenía clara: Maybelline. El motivo es que la llevo usando desde hace mucho tiempo y siempre he encontrado entre sus productos el que mejor me conviene. Aún así, como en todas las firmas de cosméticos, a menudo se retiran algunos productos y se incorporan otros de nuevos, de forma que si nos habíamos acostumbrado a uno, nos vemos obligadas a cambiarlo por otro desconocido. Es lo que me pasó con los correctores.

Inicialmente, usaba el corrector Pure Cover Mineral de Maybelline New York, era un producto que eficaz que creaba una capa de maquillaje muy fina y natural, aunque se debían medir muy bien las cantidades porque al tener un pincel con una pequeña esponja en la punta, a veces, ésta se llenaba de demasiada cantidad de maquillaje. Este producto costaba ente 7 y 10€ por lo que era muy asequible hasta que lo retiraron, actualmente Maybelline ha sacado un corrector similar,  se trata de Mineral Power Concealer by Maybelline. Un producto que tiene muy buenas críticas como su antecesor.

Después de que Maybelline retirara el corrector Cover Mineral y siguiendo los consejos de una dependienta de la tienda, me hice con el corrector Super Stay 24h. La verdad es que este producto no me gustó para nada, puesto que creaba una capa de maquillaje demasiado gruesa y, en vez de ocultar las ojeras, las pintaba de marrón consiguiendo un resultado muy antinatural. Uno de los motivos por los que pudo fallarme este producto fue porque  su tono más claro no era demasiado claro para mi piel, como os comentaba, uno de los errores más frecuentes a la hora de asesorar por parte de las dependientas. Maybelline ha sacado una nueva versión de este producto por 7,50€.

Finalmente, en mi intento interminable para encontrar el corrector adecuado, me hice con el DREAM LUMI touch de Maybelline. Se trata de un corrector con una especificación: también es iluminador. Aporta brillo y naturalidad a nuestro rostro y consigue un acabado natural sin apariencia de máscara. Un producto con una doble función: iluminar y corregir, perfecto para pieles claras. Cuesta unos 7€ aproximadamente.

En la web de Maybelline nos dan algunos trucos para conseguir los mejores resultados con este producto:

-        podemos aplicarlo sobre las cejas y en las comisuras de los ojos para obtener mayor luminosidad en nuestro rostro.

-        Podemos aplicarlo en los costados de la nariz y el mentón  para conseguir un aspecto más saludable.

-        Podemos aplicarlo en los pómulos con pequeños toques para definir nuestros rasgos.

-        Podemos delinear ligeramente los labios con el corrector para que parezcan más gruesos.

En esta ocasión, la tercera prueba fue la definitiva pero intentad encontrar la mejor asesora para acertar a la primera, vuestro bolsillo lo agradecerá.