Acoge 16 estrellas Michelín y es el sitio idóneo para descubrir su rica gastronomía. A nivel mundial cuenta con más estrellas Michelín por metro cuadrado que ningún otro lugar y ha extendido la cocina vasca gracias a sus pintxos. La gastronomía de San Sebastián es hoy un reclamo turístico más de esta bella ciudad.
El día de hoy lo vamos a comenzar en la playa, aunque antes de zambullirnos en ella si el tiempo nos lo permite, os invito a conocer un Palacio Real muy cerca del mar. El Palacio de Miramar fue construido gracias al arquitecto inglés Seldon Wornum, encargado de diseñar también algunos de los palacios de Biarritz y de San Juan de Luz. Creado para las estancias veraniegas de la Reina María Cristina y la Familia Real, sus impresionantes vistas sobre las dos playas de la bahía y la Isla de Santa Clara, enamoraron a la realeza. Pero no podemos abandonar la visita sin pararnos a contemplar sus jardines, obra de Pierre Ducasse.
Las playas son un gran atractivo de San Sebastián en cualquier época del año. En verano podemos aprovechar y sumergirnos en aguas del Cantábrico. Y en época de frío no tiene precio poder contemplar playas como la Concha o la de Ondarreta.
Cerca de los jardines del Palacio de Miramar, se extiende una playa con unos cien metros de ancho y medio kilómetro de longitud. La playa de Ondarreta acoge a los más jóvenes para practicar voleibol, fútbol o bodyboarders al igual que la playa de Zurriola, reclamo principal para los surfistas.
Nuestro paseo va a continuar ahora por la más fotografiada de todas, La Concha. Arena blanca a lo largo de más de un kilómetro, urbana por naturaleza y de belleza extraordinaria, es conocida como La Perla del Cantábrico.
El mar que baña San Sebastián no termina en sus playas sino que rodea un precioso lugar desde donde contemplar de una forma distinta la ciudad. La isla de Santa Clara está situada en plena bahía y cuenta con su propia playa caracterizada por su facilidad para desaparecer. Tiene menos de treinta metros de longitud y en ocasiones desaparecen momentáneamente debido a las mareas. Un encanto que se complementa incluso con una “piscina natural” de agua de mar. La visita a la isla continúa con un paseo hasta el edificio del faro desde donde contemplaremos con plenitud la belleza que refleja esta ciudad cuna de la cultura.
Ahora que ya podemos decir que conocemos San Sebastián es el momento de sentarnos a disfrutar de sus parques y jardines, además de realizar una ruta gastronómica para degustar unos buenos pintxos.
Descansar en algún lugar dentro de los más de noventa mil kilómetros cuadrados que tiene el parque Cristina Enea mientras contemplamos los cisnes y pavos reales, son algunas de las cosas que aún nos quedan por hacer aquí. Pero para guardar un recuerdo inmejorable de nuestra visita solo nos queda una cosa, disfrutar de la auténtica gastronomía vasca mientras vemos como las luces iluminan la ciudad y la noche cae sobre la belleza de San Sebastián.
¡Buen viaje, viajeros!
www.sansebastianturismo.com
| Si nos gusta pasear entre la naturaleza, San Sebastián nos ofrece la posibilidad de conocer los montes que la rodean. |
# Monte Igeldo: cuenta con un faro del siglo XIX y con acantilados de gran belleza como Igueldo.
# Monte Ulia: es la zona de senderismo más importante de la ciudad y aquí podemos hacer un pic-nic o contemplar la ciudad desde lo alto.
# Monte Urgull: en él se encuentra el Castillo de la Mota y a su alrededor podemos contemplar cañones y aspilleras defensivas. Si acudimos aquí tenemos la oportunidad de conocer la historia de la ciudad en el museo de la Casa de la Historia. |
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