El efecto glitter es genial por todas sus posibilidades, es una manicura 24/7: puedes llevarla en cualquier momento del año, del día, de cualquier color e, incluso, combinando varios. Puedes optar por manicuras muy coloridas o por reinventar una manicura pastel o nude con purpurina –el degradado con purpurina queda genial en cualquier tono–; de hecho, la manicura nude con purpurina dorada es una de mis favoritas en cualquier época del año porque es muy versátil y es divertida pero, a su vez, es elegante.
Sin embargo, quizá no siempre encuentras el color de purpurina perfecto para combinar con tu esmalte favorito. Por eso, te traemos la solución: crea tu propio esmalte glitter. Es una solución súper fácil y económica: sólo requiere un esmalte transparente, para lo que puedes acudir a marcas low cost como Kiko o Essence, que te aseguran buenos resultados por menos de 3 ó 4 euros, y purpurina. La hay de muchas formas y colores; puedes consultar en la página web Light in the Box, que tienen una gran variedad a buen precio. Si prefieres no complicarte y comprar utilizando el método tradicional, puedes buscar en tiendas de manualidades.
Una vez que tienes los materiales, puedes hacer dos cosas:
- Crearte un top coat glitter del color que elijas: todo lo que tienes que hacer es echar la purpurina dentro del esmalte transparente (ayúdate con un cono hecho con papel o cartulina o, si tienes, aprovecha los embudos de la manicura de caviar). Para mezclarlo, no agites de arriba abajo, pues te saldrán burbujas; hazlo rotando en dirección horizontal el esmalte entre tus manos. Para conseguir un top coat más original puedes mezclar purpurina de diferentes tamaños (los puntitos pequeños clásicos con copos hexagonales de mayor tamaño, por ejemplo) o combinar varios colores y obtener un efecto confeti.
- Utilizar la misma técnica que con las bolitas de la manicura caviar: pintas con esmalte transparente tu uña y esparces purpurina sobre ella.
Mi consejo es que, si tienes un color favorito de purpurina y vas a usarlo como top coat habitualmente, lo mezcles; si no tienes claro qué color te gusta más, puedes ir probando primero, pero cuando esparces la purpurina sobre la pintura húmeda, el efecto es distinto al anterior, pues queda mucho más tupida, no puedes jugar con varias capas, hacer efectos degradados, etc.
Por último, si no quieres aventurarte a llenar todo de purpurina, siempre puedes encontrar esmaltes glitter en las marcas más conocidas. Nosotras recomendamos tonos O·P·I como Pink yet lavender(1) o Polka.com(2); también nos encanta la colección Glitter de la marca británica Ciaté, con una gran variedad de colores. Si tuviésemos que elegir –lo cual es bastante difícil, porque son todos geniales–, nuestros favoritos serían los tonos Pinkaboo(3), The Hamptons(4), London Baby(5) –muy sofisticado y chic en negro– y Helter-Skelter(6). Sin embargo, es cierto que todos estos tonos no bajan de las dos cifras en cuanto a precio; así que, si buscas comodidad a la vez que precios reducidos, no lo dudes: Essence y Claire’s tienen la solución.
En Claire’s siempre encontrarás esmaltes glitter de multitud de colores(7), y en Essence tienen una colección que nos encanta: son packs de dos esmaltes, uno con color y otro glitter, en tonos combinados. Se llaman Nail Art Twins y hay tres modelos: mi favorito es el tono 03–Carrie & Mr. Big(8) –sí, el nombre es genial– en color rosa, con un tono base en rosa intenso y purpurina en rosa oscuro, pero también puedes encontrar otras parejas(9) como 01–Edward & Bella, en azul claro y purpurina azul oscura, o 02–Romeo & Julia (que, por cierto, tengo que enterarme de si Julia es una amante de Romeo, porque a estas alturas de la película enterarnos de que fue infiel… ¡Pobre Julieta!) en lila y purpurina morada.
¿Os gusta la manicura glitter? ¿Os atrevéis a crear vuestro propio top coat glitter o preferís optar por uno ya hecho?
Si (
No(
