Es un hecho, llega el verano y, con él, la búsqueda de una piel con un tono más favorecedor. Por desgracia, el tiempo o el dinero impide recibir esos deseados rayos solares. También la peligrosidad de los mismos va aumentando con el paso de los años, y no todas las pieles pueden tomar el sol de manera prolongada. Por eso, recomendamos el uso de los polvos de sol como truco infalible para dar un toque bronceado a nuestro look.
Al contrario que los autobronceadores, los polvos de sol suelen ser aplicados exclusivamente en el rostro, cuello y escote. Además son de textura ligera y se retiran como cualquier otro maquillaje. Reflejan la luz y dan un poco de color bronceado. Los mejores polvos de sol, al igual que pasa con las bases de maquillaje, son los que no se notan, los que tienen una apariencia totalmente natural. Proporcionan luminosidad y color sin perjudicar la piel ni envejecerla.
Actualmente, la gran mayoría de las marcas de cosmética en el mercado que ofrecen polvos de sol; es un producto bastante logrado, ya que no es nuevo en las tiendas y no necesariamente por gastar más obtendremos unos mejores resultados. No obstante, hay que vigilar que no dejen el rostro anaranjado, ya que las marcas demasiado baratas tienen una excesiva pigmentación.
En cualquier caso, es importante recordar que en verano, debido a la sudoración y a la acción de los rayos solares, el rostro requiere más cuidados que en el resto del año. No sólo hay que mantenerlo protegido del sol con las cremas adecuadas, sino que que también requiere una mayor higiene, exfoliantes y mascarillas e intentar llevar el menor maquillaje posible durante el día.
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