Raúl Vera arduo defensor de minorías como indígenas, prostitutas y, cómo no, del colectivo LGTB, ha dedicado unas declaraciones sobre el tema en una entrevista reciente en El País:
"La homosexualidad, ay… es un tema al que nos hemos negado. Los que dicen que el homosexual es un enfermo, son los que están enfermos. Tengo un amigo que fue sacerdote y que es homosexual. Él dice que no reconocer a los homosexuales es como medir por las normas del rugby a los que juegan al fútbol, y luego decirles además que están violando las normas. La Iglesia tiene que acercarse a ellos no con condenas, sino con diálogo. No podemos anular toda la riqueza de una persona solamente por su preferencia sexual. Eso es enfermizo, eso es no tener corazón, es no tener sentido común (...) Pero somos unos hipócritas… Parecería que las únicas reglas morales fueran condenar a los matrimonios homosexuales, condenar a las abortistas. Y ya con eso, ya somos cristianos perfectos".
Es genial que dentro del mundo de la Iglesia haya aún gente defendiendo al colectivo LGTB.