Inspiración: El diseñador Josep Abril presenta su colección con los siguientes adjetivos “frío, silencio y obsesión”. Por lo tanto, podemos entender que estas piezas de ropa han sido fruto de tiempo de reflexión y meditación.
Colores: Muy apagados, no aparece ningún color vivo ni llamativo. Predominan las tonalidades grises y negras, aunque algunas veces los estilismos tienen alguna nota de color verde.
Estampados: No encontramos mucha diversidad de ellos ni gran protagonismo por su parte. Únicamente hemos podido observar rayas muy finas o cuadros que decoran los trajes, pero de manera muy superficial.
Materiales: Utiliza materiales muy diversos, como el algodón, la lana tejida, la franela o el tweed. Éstos dos últimos, son los más empleados para los trajes de día, debido a que son más ligeros.
Corte: A primera vista las prendas tienen un corte clásico y masculino. Casi todas son americanas y pantalones de traje. Pero poco a poco el diseñador nos va sorprendiendo con piezas únicas y muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Como por ejemplo, pantalones de traje convertidos en faldas largas, o americanas hasta los tobillos. Prendas rompedoras, muy innovadoras.
Destacan: Los calcetines verdes, que tienen doble función en el estilismo; estos actúan como nota de color para romper la monotonía del negro o el gris y también como complemento, ya que dan un aire más retro.
Nos encantan: Los jerséis calados y largos que lucían los modelos. Estos presentaban cortes asimétricos y dotaban también de más color al estilismo.
Los looks: El cabello se peina totalmente hacia atrás con gomina o algún tipo de fijación. Las cejas se llevan gruesas pero muy cuidadas. Con esto logramos un estilo muy masculino e hibernal que nos recuerda al de los años 50.
Si (
No(
