Tacones: los secretos de las celebs al descubierto

La verdad duele, y los tacones, también. No os dejéis engañar por las celebrities que parecen caminar en ellos como si hubiesen nacido con unos Louboutin puestos. Estos son sus secretos:

- Zapatos de verdad. Asumámoslo. Sus zapatos no son como los nuestros. Sus hormas son herederas de una tradición centenaria, sus zapatos están hechos con mimo y cuidado. Tampoco nos engañemos, todos los tacones terminan doliendo, pero con un calzado bueno, puedes terminar la noche antes de sentir un dolor insoportable.

Conclusión: Aún cuando tienen que estar horas con ellos puestos, aguantan gracias a la comodidad de sus Manolo's.

Posible solución: Deja de intentar combinar tu bolso azul añil con unas sandalias de saldo a juego y opta por dos pares de zapatos de calidad: negros y nude. El resto, cuando se pueda.

- Con chófer es más fácil. Las famosas no caminan avenidas enteras hasta llegar al destino de la fiesta en cuestión. En el portal de su casa tienen a un solícito conductor de limusina que las lleva y las trae a su antojo.

Conclusión: Cuando llegan al lugar del evento en cuestión, sus delicados pies no han sufrido ni la mitad de lo que sufren los nuestros.

Posible solución: Consigue que te recojan lo más cerca posible de casa aunque sea en moto y emula la llegada triunfal de cualquier celebrity con pies felices . Y lo mismo a la vuelta.

- Sosas como ellas solas. Las famosas no bailan con tacones. En sus fiestas mediáticas se tumban en enormes chaises longues y se toman el cóctel de moda mientras menean rítmicamente sus Jimmy Choo, eso sí, sin pisar el suelo. Cuando salen de marcha con sus amigos, fíjate: tiran de zapatillas, mocasines o sandalias.

Conclusión: Alargan el momento del dolor hasta el infinito porque no hacen sufrir a sus pies con bailes imposibles y equilibrios ridículos.

Posible solución: O te aficionas a las salidas tranquilas donde descansar tus pies ad infinitum o renuncias al clutch minúsculo y te acostumbras a llevar unas bailarinas para cambiarte y bailar con libertad. Luego, puedes volver a cambiarte y salir como si nada. En la efervescencia de la discoteca nadie se dará cuenta de que te has cambiado.

Y no te olvides de lo más importante: saber caminar con ellos. No sólo es estético sino también importante para retrasar la aparición de ampollas y dolor de pies. Echa un vistazo a este vídeo donde explican todas las claves para caminar con estilo.