Rusiñol se rindió a El Greco

“El Greco-Rusiñol” es la exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga que, hasta el 22 de noviembre, nos enseña cómo el pintor toledano fascinó a algunos de los grandes artistas contemporáneos. Esta muestra es un proyecto “de contexto” que, a través de cuatro piezas cedidas por el Museo del Cau Ferrat, será la antelasa de la exposición “Casas-Rusiñol. Dos visiones modernistas” que el museo malagueño prepara para el mes de noviembre.

Las cuatro piezas que se presentan en esta ocasión tienen su historia en 1893, cuando Rusiñol compartía piso en París con otros artistas como Zuluaga, Uranga o Josep Jordá, un grupo de artistas que estaban prendados por la producción de El Greco, por las figuras y colores que utilizaba en una época aún clasicista y de gusto oficial.

En este contexto, Rusiñol, con sus ahorros, compró dos obras de El Greco, “Magdalena penitente con la cruz” y “Las lágrimas de San Pedro”. Estas son dos de las obras que el Thyssen presenta en esta exposición, además de dos copias de estos cuadros realizados por Zuluaga y por el propio Rusiñol; la muestra se ve completada por un retrato dibujado por Ramón Pichot en el que aparece Rusiñol con la mano en el pecho admirando a El Greco.

Esta exposición se suma a las muestras del año de El Greco, en el año en el que se celebra el centenario de la muerte del artista.