VIDA

La 'marea morada' inunda las calles al grito de "ni una menos"

Martes 26 de noviembre de 2019
La manifestación contra la violencia de género convocada por el movimiento feminista ha reunió a decenas de miles de personas, en su mayoría mujeres, en Madrid, provocando una marea violeta que ha discurrido desde el Paseo del Prado hasta la Puerta del Sol, donde ha concluido con un recuerdo a todas las asesinadas por el machismo.

“Menos luces y más recursos”, coreaban muchas de las manifestantes a su paso por una glorieta de Cibeles repleta de destellos por las luces de Navidad. Y es que el ambiente navideño adelantado por el Ayuntamiento de Madrid al mes de noviembre ha hecho un parón hoy, Día Internacional contra la Violencia sobre las Mujeres, para dar paso a la lucha contra el machismo, hasta el punto que la bola de luz colocada en la bifurcación de la calle Alcalá con Gran Vía ha sido apagada al paso de la manifestación.

La protesta ha comenzado puntual, a las 19.00 horas, en el Paseo del Prado a la altura de la plaza de la Lealtad con alrededor de 8.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno. En la cabecera, históricas feministas como Ana María Pérez del Campo, Rosa Sansegundo o Yolanda Besteiro, que han portado la pancarta principal con el lema ‘Cuidado, el machismo mata’. De ello dan cuenta las 52 mujeres asesinadas este año por hombres, sus parejas o exparejas, en lo que va de año, según las cifras de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.

El nombre de todas ellas y la edad a la que fueron asesinadas ha sido recordado al finalizar la manifestación en la Puerta del Sol. También el de la joven de 26 años asesinada esta madrugada en Granadilla de Abona (Tenerife) por su novio de 29 años, que eleva a 1.028 la cifra de mujeres asesinadas por agresores machistas desde el 2003, año desde el que hay registros.

La manifestación ha transcurrido sin altercados y animada con consignas como “Madrid será la tumba del machismo”, “no es no, lo demás es violación”, “abolición de la prostitución” o “frente al fascismo avanza el feminismo”. Las conversaciones entre las manifestantes se centraban tanto en la cantidad de afluencia como en Vox. “A ver, ellos dicen que defienden la vida, ¿dónde están?”, comentaban un par de ancianas agarradas del brazo tras corear “Abascal, vuelve a tu corral”.

“Queremos una democracia consolidada sin nadie que entre para tirarla, que es lo que está ocurriendo”, declaró al inicio de la manifestación Ana María Pérez del Campo (83 años), fundadora de la primera asociación de mujeres separadas y divorciadas de España todavía durante la dictadura franquista. Con ella han desfilado bastantes mujeres mayores, pero también muchas jóvenes que están tomando el relevo en la lucha feminista.

DECLARACIONES POLÍTICAS

Entre las manifestantes no han faltado algunos políticos que, a diferencia de otras manifestaciones como la del Orgullo LGTB, en esta ocasión han acudido sin sus estandartes habituales, pasando desapercibidos. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad en funciones, Carmen Calvo, acudió a la manifestación por el 25-N y en declaraciones a la prensa acusó a Vox de ser "un partido que apoya al machismo, que lo consiente y no lo combate”.

“Le decimos a la ultraderecha que no van a pasar y al resto de los partidos constitucionalistas que vamos a seguir avanzando" en la lucha contra esta lacra social, dijo Calvo. Con estas palabras se refería al desprecio mostrado hoy por el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, hacia una mujer con discapacidad y víctima de la violencia machista.

Por su parte, la vicesecretaria de Sectorial del PP, Cuca Gamarra, acudió junto a otros miembros de su formación y aseguró que su partido ha acudido para demostrar que "hay que seguir trabajando desde la unidad para erradicar la lacra social que tenemos en este país". Sobre la actitud de Ortega Smith, Gamarra dijo que "el alcalde Almeida le ha puesto en su sitio".

También estuvo por Más País su portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, quien definió a su homólogo de Vox como un "cobarde y ultranegacionista", pues "no sido capaz de mirar a los ojos a una mujer que le decía que llevaba 20 años en España y que no ha recibido ni un solo euro en ayudas y que su discurso es machista”, dijo en torno al episodio protagonizado por la formación de ultraderecha.

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