VIDA

Una de cada cinco mujeres han sufrido acoso por Internet

Lunes 04 de diciembre de 2017
La violencia de género no solo continúa siendo un problema de enorme magnitud, sino que ha cobrado una nueva dimensión con la irrupción de Internet y las redes sociales.

Para abordar este fenómeno, la Asociación de Amistad Hispano-Francesa Mujeres Avenir celebró en la Residencia de Francia el acto ‘Ciberviolencia ¡di no!’ como conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El traslado de la violencia a la realidad online y las nuevas tecnologías utilizadas mecanismo de control fueron puntos clave en una jornada de reflexión celebrada para exigir el fin de la violencia de género, que moderó María Luisa de Contes, Presidenta de la Asociación y Secretaria General de Renault en España. La tribuna comenzó con la intervención del Embajador de Francia en España, Yves-Saint Geours, que recordó a las 123 mujeres fallecidas en Francia en 2016 y a las 45 asesinadas en España en lo que va de año así como las medidas para luchar contra la violencia de género en el discurso del Presidente Macron (más educación en igualdad, endurecimiento de las penas, etc.).

Por otra parte, como reflexión general Lucía Cerón Hernández, Directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, recordó el Pacto de Estado que todos los partidos políticos tendrían que firmar en materia de Igualdad. Las entidades Sodexo, Renault y la red Women@Renault se encargaron del patrocinio del acto.

Abrió el análisis la jurista María del Pilar Martín Nájera, Fiscal de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer, que cifró en el 20% las mujeres europeas que sufren o han sufrido violencia física, el 25% violencia sexual y el 43% violencia psicológica o de control. Según la fiscal, este problema no debe de ser tratado como un fenómeno doméstico, sino como un delito público. “Hemos bajado la guardia con la violencia de género. Una gran cantidad de procesos no llegan a condena porque la ley permite a la víctima no ir a declarar, perdiendo así la validez de sus acusaciones previas. También hemos fallado con los menores y con los jóvenes: las nuevas tecnologías han hecho que se pierda el valor de la privacidad e intimidad y que se tienda a normalizar la violencia, el acoso o la difamación”, expuso. Asimismo señaló la necesidad de “volver a educar, en casa, en el colegio y desde los medios de comunicación y desmitificar ciertas creencias como la de las denuncias falsas. “Desde 2009, la Fiscalía lleva a cabo un control exhaustivo y se ha detectado que solo un 0.01% de las denuncias que se presentan no son verdaderas”, dijo, añadiendo que “el instrumento jurídico existente es bueno, pero el problema radica en las hondas raíces que tiene la violencia de género en la estructura social”.

Marie-Pierre Coquel, gran conocedora de la comparativa de la violencia contra la mujer en ambos países como magistrada de enlace de la Embajada de Francia en España, recuperó las cifras nombradas por el Embajador que muestran que un 10% de las jóvenes de entre 6 y 18 años han sido agredidas o acosadas en Internet o por las redes sociales en Francia, con una joven de cada cinco insultada por su apariencia física y una de cada seis acosada sexualmente. Además, estadísticamente, las posibilidades de intento de suicidio son 3,17 veces más elevadas cuando se es víctima del acoso a través de las redes sociales. “El ciberacoso existe para hombres y mujeres, pero son mayoritariamente ellas las que lo sufren en un 70,2%”, explicó. “En Francia, ya hay una diferenciación muy grande en las condenas que tienen trasfondo sexista: la pena por injuria puede ser de 750 euros para delitos no sexistas y llegar hasta los 45.000 euros con un año de prisión, si se cataloga como tal”, concluyó la ponente.

Para Ana de Miguel, conocida feminista y profesora Titular de Filosofía de la Universidad Rey Juan Carlos, la problemática radica en que actualmente “la misoginia sigue aprendiéndose como práctica cotidiana”. “Si en algo hemos mejorado es en que ahora la violencia de género es condenada socialmente, puesto que hace veinte años aún era tema de broma, chistes y chascarrillos”, explicó, “otra cosa es que sepamos cómo afrontarlo”. Ana de Miguel contó cómo la violencia sigue presente en los contenidos de las redes. “Internet está lleno de productos culturales que legitiman la violencia a la mujer y la misoginia”, expuso la filósofa. “Los jóvenes aprenden una doble verdad: la cultura de la igualdad por un lado, pero también aprenden una cultura de la violencia y la sumisión asociada al placer y a la pornografía”, concluyó.

“Creemos que vivimos en una sociedad igualitaria, pero aún es muy jerárquica”, arguyó Amelia Valcárcel Bernaldo, Catedrática de Filosofía moral y Política de la UNED y miembro del Consejo de Estado, que explicó cómo la ciberviolencia es un reflejo de la enorme violencia cotidiana que, lejos de estar cerca de solventarse, es tan grande que “no podríamos erradicar ni una generación ni en dos”. Para la catedrática, podría empezar a afrontarse esta realidad si “Europa hace un mapa común unificado, unas cifras intereuropeas”, puesto que cada país cataloga violencia de género de una manera diferente y los números no son equiparables. “Solo de esta forma podremos saber a qué nos estamos enfrentando”, concluyó.

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